martes, 26 de junio de 2012

III Vuelta ciclista a la Subbetica

Dureza, calor, velocidad de vértigo... Son palabras para definir lo que he vivido el pasado fin de semana en Priego de Córdoba, en mi participación en la III edición de la vuelta a la Subbética.

Todos coinciden en que probablemente es la vuelta Master, más dura del calendario nacional. Doy fe!
Esta vez, fui sólo, con el ánimo de participar, para seguir cogiendo forma en mi preparación, a sabiendas de que lo que me esperaba iba a ser duro, pero no tenía mayores pretensiones, que acabar decentemente.

Salí el mismo sábado a las 5 de la mañana, con más de 500 Km por delante, llegué a eso de las 9. Recogida de dorsales, y a montarse en la bici. Reinaba un gran ambiente. La organización que fue perfecta, había colocado la 1ª llegada en un repecho duro de calles estrechas, desde donde también partiríamos, con todos los detalle, y como digo, un ambiente de ciclismo puro, donde nada más veíamos, ciclistas, gente de la organización, coches de equipo, motos, guardia civil, policía municipal, jueces árbitros, azafatas, y un largo etc., embaucados por un excelente aroma de aceite, que nos rodeaba constantemente.



A las 10, salida neutralizada, y aparentemente, la etapa de 80 Km. tenía sólo 2 dificultades montañosas, puntuables. Una nada más salir, con rampas del 16%, y otra hacia mediados de carrera. Ya en la primera, y debido al fortísimo ritmo, las pierna se bloqueaban. Repecho corto pero muy duro, al que se ascendió como si se acabará la carrera allí. A partir de ahí, no tuve ni un sólo segundo, sensaciones buenas, de tranquilidad, de recuperación. No había un metro plano, subíamos y bajábamos constantemente pasando por poblaciones con calles como ratoneras, o rodando por carreteras muy reviradas, lo que hacía que siempre fuera el grupo muy estirado, y por tanto cuando podías recuperar para abajo, realmente intentabas reagruparte con lo que ibas a tope. siempre. Veía en las señales de tráfico continuamente 10, 11, 12 %. Eran rampas de porcentajes altos, donde se subía fortísimo y bajábamos más. Llegué a ver 90 km/h en el cuentakilómetros. Por ello, las piernas se iban desinflando, y la gente se quedaba por eliminación. Como anécdota, cerca de Meta, le pregunto a un compañero: "¿Cuánto queda?" y me responde: "Ná... subimos ese repeshito y lo de Meta" Alzo la vista, y el repeshito... 10% de pendiente... Lo que el decía..."Ná".

Así pues llegábamos a Priego de Córdoba, donde los últimos 3 Km iban para arriba, se tensó muchísimo, entramos en las calles, siempre subiendo, último giro a derecha y 300 metros a meta. Ganó José M. Moreno del Bianca Moon que fue el ganador de la vuelta del pasado año, y en esta ocasión se llevó esta etapa y la 3ª, siendo 2ª en la general a la postre. Junto a él, 4 corredores que picaron 5 seg. sobre el resto. Hice el 19º, llegando sólo 60 de los 145 que partíamos. A partir del puesto 60 fueron entrando el resto con más tiempo perdido. La media, de 40,3 Km/h.
Por la tarde, la 2ª etapa. 9 Km. contra el crono, en Fuente Tojar, una población a 10 km. de Priego. Me encontraba muy, muy cansado del etapón de la mañana. Empezó a las 17,30 h. Yo partía a las 19,19 h. Llevé la cabra, y a 10 min. de salida reventón de la lenticular trasera. Menos mal que llevé más ruedas. En la crono, se salía 1 km subiendo, para salir del pueblo, bajada fortísima, para hacer 2 km llanos con mucho aire, giro a derechas, con otros 3 km en semibajada con aire de cola, 1 más de subida, giro a derechas y encarar el último km de entrada al pueblo, de nuevo que era en subida y con aire de cara.
Me recomendaron no apretar de salida, porque luego daba mucho el aire, y así lo hice. Salí con plato pequeño, y fui más o menos bien durante toda la crono. En la parte favorable rodaba por encima de 70 Km/h, pero el último km se me atragantó tanto, que no sabía si iba a llegar. Salvo el ganador, el Murciano Jose David Gómez, del GD Orquín, a la postre ganador de la vuelta, que es de otro planeta, ya que hizo algo más de 12 min. metiendo a José M. Moreno, 2º casi medio min, y los 10 primeros que estuvieron sobre los 13 min, hubo un grueso de corredores, unos 60 que estuvieron entre los 13,30 y 14,30 min. Yo hice 14,50 en el puesto 70. No fue demasiado bien, pero satisfecho.
Por la tarde, a ver a España como ganaba a Francia, y a descansar para la etapa reina.
Al día siguiente la 3ª etapa. Era la etapa reina. Tenía 4 dificultades, de las que se concentraban 3 puertos en los últimos 30 Km. El recorrido más largo, 100 Km. La temperatura 35º a las 9,30 de la mañana.
La salida, ya se me hizo dura, porque era una subida constante durante los primeros km, y que sin ser muy dura, iba haciendo que dolieran las piernas cansadas del día anterior.
Pasamos el primer puerto, "El Mojón" para llegar a Cabra y continuar por una carretera a mi entender, mejor que las del día anterior, ya que eran carreteras nacionales, donde las subidas y bajadas, son más constantes, y se puede uno acoplar mejor en el pelotón. Lo cierto, es que a pesar de ser una etapa muy dura, se me hizo más suave que la del día anterior. Cierto es, que al haber un lider con una renta clara, aunque los ataques eran continuos, su equipo iba marcando un ritmo constante, alto, pero diferente al día anterior.
Entramos en carreteras como las del día anterior y subimos el 2º puerto y cada vez menos unidades. Nada más coronar, descenso rápido, sinuoso, y enseguida empezamos a subir el 3º puerto. Me descolgué llegando arriba, pero para mí era suficiente haber llegado hasta ahí, porque desde la salida, sólo tenía pensamientos negativos, de abandono por cansancio, etc. Al coronar nos juntamos un grupito de unos 10-12 corredores, y decidimos ir tranquilos hasta meta. A pesar de ello, veíamos siempre al pelotón, que no abría mucha distancia. Enseguida el 4º puerto, últimos 7 km a meta. La Meta, estaba situada de nuevo en Priego, en el centro, al que se accedía por una calle, donde el último km tenía el 26%... de locos. Lo ataqué como pude. Llevaba un 25 en el piñón, y la rueda trasera me patinaba continuamente. La calle llena de gente animandó, y gracias a ellos llegué, porque si no hubieran estado allí me habría bajado. Era un infierno esa llegada. Al final crucé meta y me sentí muy bien porque había acabado, y después de lo sufrido el día anterior, nunca pensé en terminar.
En esta etapa hice el puesto 58º, a 7 min. del vencedor. La llegada era un rosario de corredores.
En el computo general acabé en el puesto 49 a 9,49 del ganador, y la media de la vuelta fue de 39,36 Km/h.
Algo que dice mucho de cómo ha sido, es que partimos 145 corredores y sólo acabamos 71.
Aún así me ha encantado, y desde aquí felicito a la organización que ha sido excelente. He vivido un fin de semana de ciclismo espléndido, épico para mí, pero estoy deseando hacer la del año que viene.
Ahora toca descansar porque creo que de estas palizas y a estas edades uno se recupera poco y mal.

Crónica de José Luis Mateos.

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